Se encuentra en la calle de la Iglesia n.º 6, en un conjunto que también conforma la casa parroquial.
Estas gentes humildes y trabajadoras deciden, a pesar de los escasos recursos, construir un templo por su cuenta y sin ningún tipo de ayuda exterior.
No obstante los sacerdotes de las parroquias vecinas no veían con buen ojo esta situación, siendo nuevamente el Cardenal Lorenzana el que confirmase con dureza ante estas críticas la creación de la nueva parroquia.
El altar mayor se sitúa orientado al norte, y cuenta en su extremo este con la sacristía, superpuesta sobre la calle Iglesia.
Es de resaltar la perfecta acústica que presenta el interior del templo.