A ambos lados se sitúan la sacristía y la Capilla de la Comunión.
En ésta se abre la única portada, adintelada y con decoración barroca en la cornisa, que termina en una hornacina con la imagen del Santo titular y patrón del pueblo, San Francisco de Paula.
La fachada del edificio presenta un notable desnivel con el suelo de la plaza, haciendo ángulo con la del ayuntamiento, a la que está unida por medio de la casa abadía.
En su interior, las siete cúpulas laterales se cubren con bóvedas vaídas, y acogen en cada una de ellas imágenes religiosas como la del Santísimo Cristo del Amparo.
Estas pinturas fueron restauradas en 1976 por Enrique y Bartolomé Casoval.