Actualmente, la explanada funciona como atrio de acogida a los peregrinos durante la fiesta patronal.
En algún momento posterior a esta restauración, se retiraron las galerías perimetrales de la explanada.
Aún manteniendo sus grandes dimensiones, se planteó un edificio más sencillo, conformado por un volumen horizontal, torre-fachada y pórtico, imagen arquetípica de las iglesias chilotas.
Ese mismo año iniciaron la restauración, colocando puntales perimetrales y reconstruyendo el muro posterior.
[3] Pese a las iniciativas locales, la iglesia se continuó deteriorando, alcanzando tan pésimas condiciones estructurales que debió cerrar en 2006.