Del edificio, levantado en el siglo XV en estilo mudéjar, destacan su esbelta torre y los ricos artesonados que cubren las tres naves.
Por su belleza e interés, fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1975.
Las naves laterales se cubren con cubierta plana de pares a la vista y la central, de par y nudillo, es semiochavada, y hasta la mitad de la nave conservada decoraciones policromadas en las tallas de zapatas y tirantes.
En el cabecero tres alfarjes cubren el presbiterio y las capillas.
El cuarto cuerpo es el más ornado, con una franja ocupada por siete arquillos de herradura lobulados y ciegos sobre la línea de imposta.