Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe (Ciudad de México)

Se caracteriza por ser el único templo del país que es referido con el nombre de un establecimiento fabril, así como por su estilo ecléctico de inspiración francesa.[1]​ Este acuerdo consistió en que los indígenas del barrio habilitarían la hospedería para fundar el convento y asegurarían la recaudación de suficientes limosnas para mantenerlo, pidiendo como condiciones el que fueran monjas clarisas, y el derecho de dar sepultura en la iglesia a todos los vecinos del barrio.[2]​ El convento fue demolido para construir la nueva fábrica, dejando solo el templo en pie.[3]​ Para su construcción se trajeron las linternillas y los vitrales de Francia.Su órgano tubular fue fabricado en el Reino Unido por la firma J. W. Walker & Sons Ltd.