Igea Lissoni

Creció, junto a su hermana Daria, en el seno de una familia burguesa, siendo su padre Giovanni Lissoni y su madre Ida Poggi.

[2]​[nota 2]​ Desde temprano mostró gusto por la danza, y su familia la alentó, inscribiéndola en la escuela de ballet La Scala Opera Company.

Luciano se mostró algo tímido, y trató de conquistarla sin resultados, en un principio:

Luciano dijo al respecto, después: "Se enojaba mucho conmigo cuando le decía que haría cualquier cosa por ella, excepto ver a un montón de hadas saltar en mallas con sus bolas mostrándose.

Nuevas oportunidades llegaron, como la ayuda que le prometieron al Padre Scarpato, para organizar, y recaudar fondos para construir la Clínica de Nuestra Señora de Lourdes, en Vesubio[27]​.

Luciano posteriormente recordó cuando Igea se había burlado de él, por no poder lograrlo: En 1952, Lucanía, por deseo de Igea, decidió tener un hogar permanente, y alquilaron un apartamento en Via Tasso.

También inició otro negocio legal, muy parecido al anterior, poniendo su tienda en el Hotel Royal, que comercializaba equipos médico, como máquinas de rayos X.

Y como deportado, le envió una apelación formal solicitando la readmisión a los Estados Unidos, al presidente Eisenhower, la cual no fue concedida.

Y así fue: una Penthouse, con vista sobre la bahía hasta Vesubio, llenando con flores la terraza a manos de jardineros.

El escritor del libro "The Last Testament of Lucky Luciano", Richard Hammer & Martin Gosch, escribió: "[...]empleando a las hermanas de un convento cercano para bordar las sábanas con la inicial "L" - y luego burlándose de Luciano que si alguna vez se separaban, debía prometerle que le dejaría llevar las sábanas con ella ya que ambas tenían la misma inicial".[36]​[37]​.

Por parte del Padre Scarpato, quién tuvo la idea, emprendió una fábrica de muebles que su objetivo en un inicio era hacer muebles para una escuela católica y la clínica que estaban haciendo.

También solían hacer otras actividades, como por ejemplo, iban a spas de salud[nota 22]​[39]​.

Nada era cómo si estuviera en Nueva York para Charles Luciano: "Sólo lamentaba que todo esto no se llevara a cabo en Nueva York, donde podía llegar a casa todas las noches en el metro con el World-Telegram y hacer que Igea se encontrara conmigo en la puerta, me besara como una esposa normal y lo primero que le preguntaría sería, '¿Qué estás preparando para la cena?'

" [40]​[38]​ Con problemas con Vito Genovese, a Igea nunca se le informó del atentado contra Luciano, porque quería protegerla de eso, agregando que tenía una preocupación por él, ya que su atención se había dirigido hacia otra parte[41]​.

Pese a eso nunca se cansaron, por diversos motivos, pero vivieron juntos como si lo estuvieran.

[53]​ Él había comenzado a verla como antes, sin síntomas, y permaneció así los siguientes meses.

Pero Luciano pidió de igual manera, que el doctor Matteoli hiciera algo.

Entonces, Luciano la llevó del doctor Matteoli: Después de examinarla el médico dio su diagnóstico: Inmediatamente, al día siguiente, Igea fue llevada al hospital y se reveló a través de una prueba patológica, un carcinoma.

Esta noticia había llegado a los medios, y personas de Italia le enviaron flores.

[64]​ Al notar que se estaba recuperando, Luciano hizo un viaje limitado hacia Capri.

Le pregunté cuánto tiempo tenía y me dijo que no lo sabía; podría morir en un par de semanas o tal vez podría durar unos meses, pero no más de eso."

Al final, me dijo que quería ser enterrada en el Cimiterio di Musocco de Milán, en la parcela familiar.

"En esos últimos días, Luciano rara vez dejaba la cama de Igea, sentado a su lado, observándola atentamente durante horas.

No comía nada y las líneas de su cara se grababan más profundamente" [nota 42]​[74]​.

A pesar del supuesto sentimiento que decía sentir por Igea, Lucky Luciano, tristemente, la reemplazó por una mujer treinta y nueve años más joven, Adriana Rizzo[80]​ (Nápoles, 29/01/1936[81]​[nota 46]​ - ?

Frente a la entrada del hotel Excelsior en Nápoles (1949). (De izquierda a derecha) Certo Sorci; Salvatore Lucania; Igea Lissoni; Signora Scalici; Francesco Scalici; Signora Di Bella; Di Bella.