Es similar al normando pero con más influencias celtas, debido a su vecindad con el bretón.
Hoy en día se encuentra en franca regresión ante el francés, ya que, a diferencia del valón, tiene muy poca literatura escrita, a pesar de que fue la lengua de la corte de los duques de Bretaña hasta su incorporación a Francia.
Se conoce poco sobre ella, ya que se ha estudiado muy poco, excepto el estudio de Paul Sébillot, y tampoco es usada en los medios de comunicación, aunque últimamente ha habido ciertos intentos de hacerla revivir, por ejemplo a través de las asociaciones Bertaèyn Galeizz y Maézoe.
El vocabulario del galó, aun teniendo en cuenta el influjo céltico, continúa siendo latino.
En los siguientes ejemplos se comparan oraciones en galó (a) y en francés estándar (b), junto con su traducción en español: