Si bien las lenguas auxiliares suelen tener un propósito utilitario y los idiomas ficticios acostumbran tener un propósito creativo, esta relación dista de ser unívoca, pues una lengua auxiliar puede provenir de la intención creativa del autor.Una diferencia entre el idioma klingon, creado por Marc Okrand para el universo de Star Trek, y el sindarin, creado por J. R. R. Tolkien para el universo de la Tierra Media, es que el primero tiene un propósito utilitario, ya que los productores querían una lengua original y diferente para los klingons, mientras que Tolkien inventó sus lenguas, características de la Tierra Media, para ambientar sus lenguajes, tal como lo describe en su carta El vicio secreto.Dos veces, los usó Bélgica (en 2003 y 2008) aunque de distinto «idioma», nunca teniendo un vocabulario desarrollado y solo utilizado en la canción, poniendo en duda algún significado concreto o traducción a algún idioma.[8] Esta categorización, sin embargo, no es absoluta, ya que muchas lenguas construidas pueden denominarse a priori cuando se tienen en cuenta algunos factores lingüísticos y, al mismo tiempo, a posteriori cuando se consideran otros factores.El lojban es una lengua con gramática y vocabulario a priori, pues si bien sus morfemas básicos proceden de elementos comunes o combinados de los cinco idiomas más hablados (chino, inglés, español, hindi y árabe), estos se reconstruyen según las normas fonéticas y gramaticales que se prescriben.Esto, junto con el hecho de que su gramática busca parecerse a la lógica simbólica, es completamente apriorístico.Se adopta toda palabra común a por lo menos tres de los idiomas básicos: español, francés, inglés e italiano y si solo es común a dos de estos idiomas, toma el alemán y el ruso como control para decidir qué palabra adoptar.Un tipo especial de lenguas a posteriori son las lenguas controladas, que son adaptaciones de idiomas naturales buscando una gramática simple y un vocabulario reducido para permitir que más personas, que no sean hablantes nativos del idioma base, puedan con poco estudio leer o escuchar textos en la lengua controlada, como por ejemplo el inglés básico.El segundo, el criterio tipológico, por el contrario, siempre es perfectamente aplicable a todas las lenguas artificiales.[11][12] David J. Peterson, lingüista creador de varias lenguas construidas muy conocidas, como el valyrio y el dothraki, defendió una opinión similar: "Teóricamente, cualquiera puede publicar cualquier cosa utilizando cualquier lengua que yo haya creado y, en mi opinión, ni yo ni nadie debería poder hacer nada al respecto"[13] Sin embargo, Peterson también expresó su preocupación por la posibilidad de que los respectivos titulares de los derechos, independientemente de si su titularidad es legítima o no, demanden a las personas que publiquen material en dichas lenguas, especialmente si el autor puede beneficiarse de dicho material.
An essay towards a real character, and a philosophical language
(Ensayo para un carácter real, y una lengua filosófica), de
John Wilkins
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