[cita requerida] La interlingua y sobre todo el esperanto son los idiomas más conocidos entre los que han sido creados como lengua auxiliar.
[cita requerida] Por sus orígenes y pretensiones, las lenguas auxiliares pueden ser de diversos tipos: El griego clásico, el latín, el árabe, el francés, el español y el inglés, entre otros, se convirtieron, en diversas épocas, en lenguas auxiliares internacionales por la importancia que tuvieron los imperios en que se hablaban, importancia que con frecuencia transcendió a la existencia de los imperios mismos.
En tiempos antiguos se utilizaron otros idiomas como lengua franca, y entre ellos corresponde particularmente señalar al arameo,[1] entre otras cosas por haber sido muy probablemente la lengua materna de Jesús de Nazaret.
Los idiomas controlados surgen ante la dificultad lingüística que representan las lenguas naturales para los hablantes no nativos.
Por otro lado, la situación dominante de los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial afianzó el inglés, incluso en el bloque soviético.
La percepción de qué lenguas internacionales pueden ser más útiles varía según los países.
Así, en España, después de la Guerra Civil, muchas personas pensaban que la lengua del futuro sería el alemán porque creían que la Segunda Guerra Mundial iba a terminar con la victoria de las potencias del Eje.
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial la lengua extranjera más estudiada en España fue el francés hasta finales de los años 60, principios de los 70, en que la lengua extranjera más estudiada pasó a ser el inglés.
En cambio, en otros países, como por ejemplo Portugal, el francés y el inglés son tradicionalmente obligatorios en el bachillerato, por lo que no hubo prácticamente ningún cambio en la segunda mitad del siglo XX, salvo que el latín pasó a ser optativo con el alemán, con la entrada de Portugal en la Unión Europea.
En varios países se han creado idiomas oficiales nacionales basados en algún dialecto local.
Dada la influencia del inglés actualmente como idioma auxiliar, es poco probable que sea reemplazado por una lengua planificada a corto plazo.
Por esta razón, aunque más por mera ignorancia sobre soluciones como el esperanto, aprender inglés es considerado por muchos como una mejor inversión en conocimiento que aprender cualquier otra lengua, y en particular que aprender una lengua artificial, pese a que programas escolares y políglotas,[2] basados en el valor propedéutico del esperanto, indiquen todo lo contrario.
En áreas específicas del saber hay idiomas con mejor producción que el inglés (p. ej.
Si bien los defensores del esperanto argumentan que es posible encontrar un hablante de esa lengua en casi cualquier lugar del mundo, también es cierto que sucede lo mismo con el inglés, aunque a un precio varias veces mayor en tiempo, dinero, esfuerzos e igualdad lingüística entre nativos, no nativos y no nativos de lenguas muy alejadas del inglés.