Icíar Bollaín

[1]​ La actual directora debutó como actriz a los 15 años y fue escogida un año más tarde, a sus 16 años de edad, por Víctor Erice, reputado director de cine español, para protagonizar su primera película, El sur.

Baja corazón (1993) y Los amigos del muerto (1994) fueron algunos de sus primeros trabajos en dicho campo.

En 1995, Icíar realiza un giro en su carrera cuando decide acompañar al realizador Ken Loach, con quien había trabajado en Tierra y libertad (1995), durante el rodaje de La canción de Carla (1996), para escribir un libro sobre el director inglés y su obra que ha titulado Ken Loach, un observador solidario, publicado en 1996 por la editorial El País-Aguilar.

Esta cuenta la historia de la cubana Milady, la dominicana Patricia y la bilbaína Marirrosi, tres mujeres con problemas existenciales e inquietudes varias con respecto a su futuro.

Pronto, Damián, Alfonso y Carmelo entrarán en contacto con las tres mujeres a través de una fiesta organizada por los solteros del pueblo en la que unos y otros se conocerán, dando comienzo a una agridulce historia de convivencias.

Esta obra cinematográfica es útil desde el punto de vista académico, no solo por su base histórica mencionada anteriormente, sino también porque se presenta como una ventana abierta que permite al espectador ponerse en el lugar de los personajes en todo momento, sufriendo con ellos las mismas sorpresas e impresiones, desde la llegada de las chicas a Santa Eulalia.

Esto es una clara solución a ese problema de la extranjeridad, pues Icíar Bollaín no presenta un problema sin su correspondiente solución, introduciendo una ideología integradora que rompe con las barreras culturales y raciales, otro importante pilar del largometraje que constituye una reconocida intención pedagógica.

Como bien dijo la propia Icíar Bollaín: «Pilar se encuentra con el arte y es desde ahí desde donde empieza a crecer, a escapar de su encierro», lección y ejemplo que muchas mujeres que sufren la misma condena podrían tomar como referencia para salir del agujero de la mujer maltratada y liberarse de esas cadenas definitivamente, como bien hace Pilar durante la película.

Contribuyendo a su pobreza y opresión, los directores de la película rehusaban pagarles un sueldo base durante su trabajo.

Al mismo tiempo, las poblaciones indígenas se rebelan debido a la mencionada privatización.

El acto contó con la presencia del presidente de Aldeas Infantiles SOS en España, Pedro Puig, y del presidente y fundador de la agencia publicitaria El Laboratorio, Carlos Holemas.