El historiador georgiano Alexander Mikaberidze sostiene que a Ibrahim Bey, que nació en la familia de un sacerdote cristiano ortodoxo,[2] le pusieron el nombre de Abram Sinjikashvili (აბრამ სინჯიკაშვილი).
Fiel a Abu al-Dhahab, Ibrahim, llamado Cheik-el-Beled (jeque del país), medró en la política y logró la libertad.
[nota 1] Abu al-Dhahab lo nombró bey y le confió el gobierno de El Cairo en 1776.
Con este fin, encargó a un comerciante francés de El Cairo que se encontrara con Bonaparte y averiguara sus intenciones.
El tercer regimiento de dragones se lanzó contra los mamelucos, que escaparon al desierto.