[2] Ante la escasez de profesionales en el ámbito teatral, Avilés asumió múltiples roles, desempeñándose como director, productor y docente.
[1][3] Previo a su relación con Coello, Avilés tuvo un hijo, Israel, fruto de un matrimonio anterior.
[2] En su carrera, ha realizado la puesta en escena de la obra "Los vampiros" del dramaturgo José Martínez Queirolo, quien participó en el montaje.
[2] En 1999, decidió cambiar el nombre de la agrupación teatral Luz y Sombra por Fantoche.
[4] El cambió se dio debido a que los confundían con un programa taurino llamado Sol y Sombras.
[5] En 2001, estrenó "Colcha de retazos", obra que escribió y dirigió para el grupo teatral Fantoche.
Junto a Fernando Naranjo, Bernardita Perdomo y Ruth Coello, creó este espacio con capacidad para 180 espectadores.
En este evento, Avilés formó parte del grupo local Liga Ecuatoriana de Improvisación (LEI), junto a otros integrantes como Fernando Gálvez, Ruth Coello, Fabricio Mantilla, Mario Pinzón, María José Pérez, Juan Carlos Zambrano y Karen Mendoza.
[15] Para la inauguración del espacio, Avilés presentó el proyecto teatral Kazisonsei junto a Ruth Coello, Juan José Jaramillo, Karen Mendoza y Fabricio Mantilla, que trató sobre un maestro Zen que luego de ser desterrado de su natal Pekín, encuentra a cuatro inexpertos fanáticos de la cultura china a quienes convierte en sus aprendices y los somete a improvisación ante el público, del cual reciben palabras propuestas con las que desarrollan escenas jocosas.
[16] Otro proyecto teatral con el que inauguró fue el Cath de Impro y un mes después presentó la obra Los pintores no tienen recuerdos.
En esta producción, Avilés interpretó el personaje de La Ñata Sempértegui, compartiendo escena con Víctor Acebedo como La María Palumbo y Andrés Otero como el sobrino Antonio.
[15] En 2015, Casa Fantoche reabrió sus puertas bajo la dirección de Avilés, quien buscó redefinirla como un centro cultural.