Entre 2010 y 2011 se produjeron una serie de huelgas de hambre de comuneros mapuches presos en cárceles chilenas, para protestar contra las condiciones en que se llevaban los procesos judiciales en su contra, principalmente por la aplicación de la ley antiterrorista, y por los dobles enjuiciamientos a los que se veían sometidos, pues por los mismos hechos se llevaban procesos paralelos en la Justicia ordinaria y en la Justicia Militar.
[2] En un comienzo los huelguistas sumaban 23 personas, aunque con el paso de los días llegaron a ser 34.
La legislación antiterrorista chilena fue introducida durante la dictadura militar del General Augusto Pinochet, con la ley n.º 18.314 de 1984,[10] como un arma jurídica para contrarrestar la creciente oposición violenta y no violenta que encontraba el régimen.
La ley fue modificada en 1991, después del regreso a la democracia, durante el gobierno de Patricio Aylwin.
[11] Las modificaciones introdujeron el delito de incendio y estragos, que es el que se ha aplicado de manera más común a los mapuches detenidos, incluyendo sus formas menos graves, como la quema de edificaciones desocupadas y bosques, mieses, pastos, monte, cierros o plantíos.
[12] Desde el retorno a la democracia la legislación antiterrorista no ha sido usada de manera constante.