Fue convocada por las dos principales centrales sindicales: Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores.
La huelga, convocada contra una importante reforma en el mercado laboral, abaratando el despido e introduciendo los contratos temporales para los jóvenes trabajadores, se convirtió en una movilización general del descontento con la política económica del gobierno socialista de Felipe González entre su base social ante las continuas reformas en beneficio de la patronal.
Con un seguimiento masivo de la población activa, el país fue paralizado durante 24 horas, obligando al gobierno a negociar con los sindicatos.
[2] En 1988 durante las horas previas a la huelga del 14-D, al realizador José María Fraguas, se le ocurrió que podía ser eficaz gritar una cuenta atrás para cortar la emisión sin miedo, con el respaldo de todos y con éxito.
Se evitaron las represalias individuales y aunque se intentó atribuir la acción a seis o siete empleados, quedó de manifiesto que fue por la acción decidida de toda la plantilla de RTVE y en consecuencia, al final, nadie resultó sancionado.