En 1930 Scharrer fue el primero en informar sobre un sistema neurosecretor hipotálamo-pituitario que mostraba una actividad secretora similar a la observada en las células de las glándulas endócrinas.
Este sistema de neuronas hipotalámicas conduce impulsos eléctricos, de forma similar a las neuronas cerebrales generales, pero producen neuropéptidos que se liberan a la circulación.
[1] La mayor parte de las hormonas oxitocina y vasopresina circulantes, se sintetizan en las células neurosecretoras magnocelulares del núcleo supraóptico y el núcleo paraventricular del hipotálamo.
[2][3][4] La oxitocina media la contracción del músculo liso del útero y la glándula mamaria, mientras que la vasopresina tiene acción antidiurética en el riñón y media la vasoconstricción de los vasos periféricos.
[6][7] Al igual que la mayoría de los péptidos activos, ambas hormonas se sintetizan como precursores de proteínas más grandes que se convierten enzimáticamente a sus formas maduras.