Un antidiurético es una sustancia que ayuda a controlar el equilibrio de líquidos al reducir la micción,[1] oponiéndose a la diuresis.
[2] Sus efectos son opuestos a los de un diurético.
Los principales antidiuréticos endógenos son la hormona antidiurética (ADH; también llamada vasopresina) y la oxitocina.
Además, existen varios otros fármacos antidiuréticos, algunos molecularmente cercanos a la ADH o a la oxitocina y otros no.
Los antidiuréticos reducen el volumen de orina, particularmente en la enfermedad llamada diabetes insípida (DI), que es una de sus principales indicaciones.