Honor regalis

Con este sistema el rey se aseguraba la fidelidad y la subsistencia de sus barones.

Las tierras eran cedidas a los barones, aunque también podían recibirlas monasterios y otros prohombres.

Estas tierras que el rey entregaba temporalmente a los barones, debían retornar al patrimonio real a la muerte del tenente, si bien, si este cometía algún acto delictivo o traición se le podían retirar las tenencias.

Apellidos destacables surgidos de este sistema son: Galíndez, Luna, Ximénez de Urrea, Cornel, Fortuñones, Lizana, Azagra, Eril, Azlor, Bardaxí o Calasanz entre otros.

Las tenencias más importantes que existieron en el reinio fueron: Abizanda, Agüero, Alquézar, Ariza, Atarés, Ayerbe, Barbastro, Belchite, Biel, Bolea, Borja, Buil, Calatayud, Daroca, Ejea, Épila, Estada, Fuentes, Huesca, Loarre, Luesia, Luna, Monclús, Monzón, Murillo de Gállego, Olsón, Perarrúa, Pina, Ricla, Ruesta, Sos, Tarazona, Tauste, Teruel, Uncastillo, Urrea y Zaragoza.