Hongan-ji en Asakusa en la capital oriental

[1]​ Retrata a unos obreros trabajando en la azotea del templo Higashi Hongan-ji en Edo —la actual Tokio—.

Su enseñanza era sencilla en comparación con otras sectas donde debían recitar sutras o participar en rituales complicados, ya que solo requería un llamado sincero al nombre de Amida.

[4]​ En la parte interior se agolpan los techos de las casas más pequeñas, sobre las que flotan nubes con función decorativa.

El esquema compositivo es «dramático», debido al agrandamiento del frontón en una proporción enorme, lo que empequeñece el resto de edificios y la montaña.

El tono rosa pálido en las nube y la cometa aportan dinamismo al estampado azul monocromático.

El templo Higashi Hongan-ji en la actualidad, integrado en el espacio urbano de Asakusa.