La marca alemana fue la base para las siguientes generaciones hasta el modelo 2006; el cual llegó a ser el proyecto más costoso desarrollado por Holden, sin embargo de diseño completamente australiano.
Originalmente, Holden estudió el desarrollo del Kingswood WA, sin embargo, este proyecto fue cancelado.
Opel pasó a utilizar el híbrido Holden Rekord-Senator como base para la asignación de fechas para su Commodore C. Usando la carrocería con cuerpo en V y las ruedas traseras usadas en el Rekord y Senator, la VB conservó el 96% del espacio interior del Kingswood HZ a pesar de ser 14% más pequeño.
Cuando conducían a altas velocidades por las duras carreteras australianas, Holden descubrió que el Rekord partía por la mitad el seguro.
Por lo tanto, Holden decidió desarrollar una plataforma nueva desde cero, lo que le requirió una inversión de AU$100 millardos.
El modelo recibió una reestilización profunda en 2013, llamada VF, el cual también fue tomado como base para la producción del sedan de alto rendimiento Chevrolet SS, comercializado en los Estados Unidos hasta el año 2017.
El 3.6 litros también se ofrece con un kit para gas licuado del petróleo, que desarrolla una potencia máxima de 238 CV.
Los distintos Commodore se identifican mediante una V y otra letra, pero éstas no son únicas por generación sino por actualización, que duran unos dos a tres años.
El HSV Clubsport (en el Reino Unido: Vauxhall VXR8) es una variante deportiva del Commodore, desarrollada por Holden Special Vehicles y equipada con los motores más potentes de General Motors.
Desde 2001 se fabrica el automóvil deportivo Holden Monaro, que comparte elementos estructurales y mecánicos con el Commodore de tercera generación.