Siguiendo hacia el oeste, la onda generó una borrasca dos días más tarde que se fortaleció rápidamente hasta convertirse en una depresión tropical.
El 16 de septiembre, la depresión se convirtió en la tormenta tropical y, al día siguiente, en el huracán.
Durante los días siguientes, se desarrolló un ojo y persistió una profunda convección atmosférica a su alrededor.
Durante su paso por La Española, la circulación se interrumpió drásticamente, pero Georges mantuvo su intensidad de huracán.
La tormenta se reorganizó sobre el golfo, con el ojo totalmente reformado y con convección profunda persistente alrededor del centro de circulación.
Debilitándose gradualmente, en la tarde del 29 de septiembre el huracán era sólo una depresión tropical.
Al día siguiente, el sistema presentaba una amplia zona de convección profunda organizada y se inició la técnica dvorak.
[1] Durante los diez días siguientes, Georges mantuvo una trayectoria general oeste-noroeste debido a la persistencia de una cresta troposférica en niveles medios y altos.
[1] La intensificación gradual tuvo lugar a medida que el sistema desarrollaba un fuerte flujo de salida[3] y las cálidas temperaturas de la superficie del mar ayudaron a impulsar un mayor desarrollo.
[7] Varias horas más tarde, Georges alcanzó la categoría 2 cuando los vientos sostenidos alrededor del ojo aumentaron a 160 km/h.
[18] No obstante, para el 23 de septiembre, el centro se volvió poco definido y los cazadores de huracanes no pudieron volar hacia la tormenta hasta que volvió a moverse sobre el agua.
[19] Aunque Georges estaba excepcionalmente desorganizado, mantuvo una intensidad mínima de huracán durante su paso por la isla.
[24] El lento movimiento de la tormenta dio lugar a una trayectoria errática, causada principalmente por las oscilaciones del ojo hacia el oeste.
[27] La presión barométrica central continuó disminuyendo hasta el 28 de septiembre, bajando a 961 mbar (hPa; 28,38 inHg).
[32] Alrededor de las 12:00 UTC, Georges se debilitó a depresión tropical,[1] y el NHC emitió su último aviso sobre el sistema.
En este momento, el Centro de Predicción Hidrometeorológica (HPC; Hydrometeorological Prediction Center) inició avisos públicos.
Grandes cantidades de humedad tropical alimentaron la tormenta, permitiéndole producir lluvias torrenciales.