Sin embargo, encontraron los restos de una cultura polinesia anterior que se había extinguido.
Los arqueólogos creen que la isla estuvo habitada por polinesios desde el siglo XI hasta el XV.
No está claro por qué desapareció esta sociedad, pero probablemente tuvo que ver con la deforestación de Mangareva y el subsiguiente declive de su cultura; Pitcairn no podía mantener una población numerosa si sus relaciones comerciales desaparecían.
Por ello la isla estaba deshabitada cuando fue descubierta para España por el navegante portugués Pedro Fernández de Quirós.
Los colonos lo sacaron todo del Bounty y quemaron el barco para destruir cualquier rastro de su existencia.
Tras la muerte de Young por asma en 1800, John Adams fue el único amotinado que quedaba vivo en Pitcairn.
Para este tiempo, Adams había establecido una escuela para los niños de la isla, en la cual la enseñanza del cristianismo era una parte importante.
En 1831, los isleños abandonaron temporalmente Pitcairn para trasladarse a Tahití, pero volvieron seis meses después al no lograr acostumbrarse a su nuevo hogar, y una docena de personas, incluyendo Thursday October Christian, cayeron enfermos y murieron.
Los isleños estaban cada vez más faltos de un líder, pues el alcoholismo se convirtió en un grave problema y Nobbs no conseguía apoyo suficiente en la comunidad.
Los isleños establecieron un sistema en el cual elegirían un jefe magistrado cada año como líder de la isla.
En 1838, Pitcairn se convirtió en la primera colonia británica del Pacífico y en el primer país en otorgar a las mujeres el derecho al voto.
Sin embargo, tras 18 meses, 17 de los trasladados volvieron a Pitcairn y cinco años después otros 27.
Los misioneros llegaron a la isla unos años después, y la conversión de una comunidad entera se convirtió en una gran arma propagandística para ese credo.
Líderes importantes de Pitcairn durante este tiempo fueron Thursday October Christian II, Simon Young y James Russell McCoy.
Otro cambio en la comunidad ha sido el declive de la iglesia adventista, que hoy solo posee ocho adeptos regulares.