Llegan a alcanzar alturas de 0,5 a 6 m; raramente llegan hasta los 18 m en Asia central, y generalmente se encuentran en zonas secas y arenosas.
Sus bayas son una importante fuente de alimentación para los pájaros durante el invierno, especialmente para los zorzales.
También la utilizan como alimento las larvas de otras Lepidoptera incluidas las cola marrón, rallada-oscura, Mariposa Emperador, la Moteada oscura y Coleophora elaeagnisella.
Este fruto silvestre es muy ácido y astringente por lo que su consumo en crudo no es muy placentero, al menos que se deje pasarse de maduro (una vez que se ha helado reduce la astringencia) y/ó mezclado con zumo de frutas más dulces tales como manzanas o uvas; por ello se suele utilizar cocido, para hacer pasteles o mermeladas.
Cosechar sus bayas entraña la dificultad añadida de las numerosas espinas que poseen estos arbustos.
El espino amarillo también es una planta decorativa muy popular en los jardines, particularmente haciendo valla-barrera a prueba de vándalos.