Los hipertermófilos son procariontes, como algunas bacterias, principalmente arqueas, en las que además imperan otras condiciones extremófilas, como ser hiperhalófilas e hiperacidófilas.
Se cree que no pueden existir microbios a más de 150 °C, ya que a esa temperatura el ADN pierde la cohesión.
Thomas D. Brock descubrió los hipertermófilos en aguas termales en el Parque nacional de Yellowstone (Wyoming), en 1967.
Se cree que, debido a las condiciones termorreductoras de las fuentes hidrotermales, como en la teoría del mundo de hierro-azufre, postulada en 1988, los primeros organismos que existieron en la Tierra habrían sido hipertermófilos.
[3] Se consideran hipertérmofilos los que, para sobrevivir y reproducirse, necesitan al menos 60 °C.