Hilario Martínez (boxeador)

Los triunfos en el parque le valen para entrar en los programas de las veladas regulares.

En febrero de 1925 la Federación Española de Boxeo designa a Hilario para representar a España en el torneo que próximamente se celebrará en Nueva York, el vencedor del cual será proclamado campeón del mundo de peso ligero, título que ha abandonado el americano Benny Leonard.

La mayoría de los combates son en Nueva York, donde debuta nada menos que en el Madison Square Garden, aunque pasa un breve periodo en Tampa y La Habana, además de alguna pelea ocasional en Boston.

Además, la Federación Española le desposee del título nacional por incomparecencia ante Tomás Cola.

La estancia, con todo, se prevé corta, ya que Hilario anuncia que debe estar de vuelta en junio, y no descarta pelear en España si le ofrecen una buena bolsa y un buen rival.

Durante cuatro semanas, Hilario se entrena duramente en una finca próxima a Barcelona.

Luego vendrán tres hombres más, que los escogerá Bertys (El Mundo Deportivo, 10 de junio, p1).

Durante cuatro meses permanece en Nueva York, entrenándose en el gimnasio de la St.

Desde Nueva York, Hilario y Tejeiro embarcan en noviembre de 1928 rumbo a Puerto Rico.

En México disputa dos combates: A finales de octubre Hilario parte con destino a New York, donde embarca hacia Buenos Aires (1)con su mánager Guillermo Utrera y su segundo, el púgil mexicano Luis Hernández.

La expectación levantada entre la colonia hispana en la Argentina es tal que en los días anteriores Hilario ha llegado a disputar entrenamientos públicos con entrada de pago y ante una gran concurrencia.

Regresa a México, donde además de pelear en 2 combates es promotor en 4 veladas boxísticas que se disputan en Tampico, Monterrey y Torreón (1).

Aunque Hilario llega a entrevistarse dos veces con el presidente, Maximiliano Martínez, no consigue la autorización para pelear, por lo que tiene que conformarse con una exhibición de pugilismo y cultura física en la Escuela Militar y otra en la Comandancia (1).

Afirma que se plantea descansar un par de meses y que se encuentra fortísimo y en gran forma para pelear por el título de los pesos medios.

A finales de junio la Federación Española de Boxeo acepta el reto que le lanza Isasti, concediendo cuatro meses a Hilario para que dispute su título con este.

La guerra civil española supone un periodo de escasa actividad a nivel pugilístico, aunque Barcelona se encuentra alejada del frente.

Hilario manda su adhesión al Comité del Sindicato de Boxeadores y se pone a su disposición para las veladas pugilísticas que decidan organizar.

En este combate triste y silencioso, Hilario ha logrado imponer su fuerte constitución, que por el momento le ha salvado del KO fatídico (Mundo Deportivo, 2 de junio, p1).

El Mundo Deportivo, 6 de diciembre de 1934, p2.