[2] Las mujeres de la ciudad lideradas por Manuela Gandarillas al verse sin el Ejército patriota, se organizan y deciden dar resistencia a los españoles.
Arze obedeció, pero les dijo a sus hombres: «Esta retirada no se hace por mí: estamos en la mejor situación para vencerlos, y me manda llamar Antezana».
El gobernador Antezana retornó a Cochabamba, donde intentó reunir refuerzos.
Goyeneche hizo avanzar a sus soldados hacia la ciudad, pero desde La Tamborada se les abrió fuego nuevamente, por lo que reinició el ataque.
Las mujeres de Cochabamba, ante la cobardía de sus esposos, padres e hijos ―quienes prefirieron negociar con las fuerzas españolas que se acercaban, decidieron defender a sangre y fuego sus hogares.