Herminio Giménez

Durante la Guerra del Chaco fue asignado como director de la banda militar y una vez que la guerra había acabado recibió varias condecoraciones por parte del gobierno.

En la década del 50 y principios del 60 reparte sus presentaciones más recordadas, obras como “Che trompo arasá”, “Lejanía”, “Cerro Corá“, “Canción del arpa dormida” y “Alto Paraná” (con letra de Marilí Morales Segovia) y principalmente “Malvita”, obra recreada por destacados artistas de nuestro género como Ernesto Montiel, Rubén Miño, Damasio Esquivel, Blas Martínez Riera, entre otros.

A principios de los 70 Herminio Giménez se radica nuevamente en Corrientes, ciudad a la que consideraba su segundo hogar y se convierte rápidamente en un prolífico actor cultural, principalmente por su destacada tarea al frente de la Orquesta Folklórica de la Provincia de Corrientes, cuya fundación se debe en gran parte al maestro paraguayo.

Con esta orquesta integrada por destacados intérpretes como Roberto Giménez Blanco, Oscar “Cacho“ Espíndola, Eugenio Balbastro, Teresa Parodi y Blas Benjamín de la Vega (por nombrar algunos), grabó para el sello “Azur” en el año 1973, el disco “Corrientes y su música en nueva dimensión”.

Algunas de sus obras más importantes son: Lejanía, Al Papa Wojtyla, Cerro Corá, Fortín Toledo, Cerro Porteño,[2]​ Añorando a Matto Grosso, Ruperto Bravo, Feliz Cuarto Centenario, Corrientes, Sapukái en las Malvinas, Corasô rasy, Panchita Garmendia, Ha che tren, Che valle Pirajumi, Campesina Paraguaya, Mi oración azul, Canción de Esperanza, Canción del Arpa dormida, Che Novia Kue Mí, Tupasy Caacupe, Che Trompo Arasa, Entre Do Roimé, Jeroky Popo, El canto de mi selva, Renacerá el Paraguay, Alto Paraná, Nery, El Rabelero, Añoro Mi Pueblo, entre otras.