Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres

Los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres (HMEP) es una congregación laical masculina, reconocida en la Iglesia católica como instituto religioso de derecho diocesano.

Los hermanos camilos trabajan por las personas con riesgo de exclusión social, ofreciéndoles atención médica, residencia, formación ocupacional y orientación laboral para que puedan reintegrarse a la sociedad de manera autónoma.

En septiembre, recibió los primeros enfermos en Villa Àurea, una torre alquilada en Vallvidrera; el año siguiente, Àngela Roca y Soler compra y dona a la congregación la Torre del Suro, en Guinardó, que se convierte en la sede del instituto.

La aprobación diocesana del instituto, por el obispo Gregorio Modrego Casaus, llegó en enero de 1949.

El 1952, la misma benefactora (que morirá el 1960 y será considerada «madre de los Hermanos») adquiere para la congregación una torre en Alpens, destinada a traer hijos de enfermos o ex enfermos para que tengan vacaciones durante el verano.

En noviembre del mismo año, se funda la rama femenina, las Hermanas Misioneras de la Virgen María de la Salud y San Camilo en Vilanova del Vallès.

Busto de Antonio Jácome Pumar en los jardines de la casa madre de los Hermanos, en Guinardó (Barcelona).