Hermandad del Descendimiento (Córdoba)

Fue el entonces capellán de la Iglesia de San José y Espíritu Santo, Evaristo Espino, estimuló a aquellos jóvenes para que la imagen del crucificado que tanta devoción con citaba tuviera su cofradía.

Esta tarea será encomendada al joven imaginero valenciano Amadeo Ruiz Olmos, quien se encargará de tallar el nuevo Titular cristífero de la corporación, y las imágenes la Virgen María, María Magdalena, San Juan Evangelista, los Santos Varones, y las dos Marías.

Es así cuando, en 1939, la Hermandad, después de desplazar su Estación de Penitencia a la noche del Viernes Santo, debido a la lluvia aparecida en la noche del Jueves Santo, estrenó su nueva imagen Titular.

Esto, sumado a la crisis institucional que atravesaba la Hermandad, provocó que únicamente se encargaran las figuras de la Virgen y San Juan, las cuales salieron por vez primera en el año 1960.

Se trataban de esculturas talladas antes que imágenes, lo cual en principio era bueno para la cofradía, que no tendría que gastar un dinero inexistente en costosos ropajes, pero por el contrario, estas no llegaron a calar en el sentimiento popular a pesar de ser magníficas piezas escultóricas.

Antes de poseer la nueva imagen fue Fray Ricardo de Córdoba, religioso capuchino muy vinculado a la Cofradía como consiliario, director espiritual o asesor artístico, quien sugirió la advocación del Buen Fin.

Por ello, y tras una restauración de la imagen del Cristo por el joven imaginero cordobés Miguel Ángel González Jurado, discípulo del artista sevillano Luis Álvarez Duarte, se le encargó al mismo el tallado en varias etapas las nuevas imágenes del misterio, siendo todas ellas de candelero, es decir, de vestir.

A su vez la Hermandad, la cual había tomado la sensata decisión de conservar sus valiosas andas, le encomendó al joven artista José Carlos Rubio Valverde la reforma del paso, alargándolo de costero y reducirlo de frontal para conseguir un efecto más proporcionado.

Durante ese tiempo, la Hermandad acondicionó sus dependencias para establecer una capilla al efecto.

Se trataba del último gran proyecto de Fray Ricardo, ya que tristemente, el fraile terminaría falleciendo en el año 2019, convirtiendo así al palio en una obra póstuma del querido y reconocido sacerdote.

El Cristo es obra del imaginero valenciano Amadeo Ruiz Olmos en 1938, siendo restaurado por Miguel Ángel González Jurado en 1992, quien actuó sobre los ensamblajes y estructura de la imagen y aplica una nueva policromía, más rica en matices.

Su iconografía representa a Cristo muerto, en el momento de ser descendido del madero por los Santos Varones.

Primitivamente su cruz era de madera plana, pero en 1944 fue sustituida por una arbórea realizada por el mismo Ruiz Olmos, y en 2001 por otra también arbórea de José Carlos Rubio Valverde.

Desde su estreno en 1949 hasta 1993 su estampa fue invariable, marcado por la quietud al ser procesionado a ruedas.

La Virgen es obra del imaginero sevillano Manuel Hernández León de 1979, siendo restaurada en el año 2009 por Francisco Romero Zafra.

Imagen del Santísimo Cristo del Descendimiento obra de Amadeo Ruiz Olmos.
Paso de Misterio del Santísimo Cristo del Descendimiento.
Paso de Misterio del Santísimo Cristo del Descendimiento .
Ntra. Sra. del Buen Fin
Nuestra Señora del Buen Fin .
Nuestra Señora de los Dolores y del Rayo en su salida procesional.