La fundación de la Hermandad tuvo lugar en el año 1765, en torno a una imagen cristífera que había sido donada al convento por el canónigo catedralicio Francisco Bañuelos y Murillo hacia 1676, cuya primera salida procesional aconteció el Jueves Santo de 1779.
Ésta estuvo marcada por la influencia de la Ilustración: los hermanos visten túnicas moradas sin cubrerrostros y portan cirios.
Durante el año 2015 se celebró el 250.º Aniversario Fundacional, destacando la procesión extraordinaria que se llevó a cabo el 26 de septiembre de dicho año.
Iconográficamente, representa una de las tres caídas del Señor camino del Gólgota, ya que en su conjunto aún no presenta el tradicional Simón de Cirene que le ayudaría a cargar con la Cruz después de que cayera por tercera vez.
Su cabeza se muestra girada levemente hacia la derecha, dejando caer una melena de cabello natural, que oculta la original tallada.
Al año siguiente, Rafael Valverde restaura el armazón, siéndole incorporados dos ángeles tallados y unos medallones dorados.
Finalmente, Andrés Valverde volvería a restaurar el paso en 1999, renovando el armazón y partes no visibles del mismo.
Al año siguiente sería estrenada el techo del palio, el cual representa la Asunción de María.
Entre los años 1991 y 1992, Antonio Muñoz llevaría a cabo el bordado de la cara interna de las bambalinas, siguiendo la línea marcada por las religiosas, y en 1993 se adquieren doce cordones con borlas que sustituyan a los anteriores.