El desfile se caracteriza por la elegancia, el rigurosísimo luto y la sobriedad, todo ello acompañado por marchas fúnebres como la Madrugá de Abel Moreno Gómez, Mater Mea o la Crucifixión, de Jaime Gutiérrez.
La hermandad se integró en la Procesión del Santo entierro organizada por la cofradía de la Vera Cruz.
La nueva imagen gustó tanto a los cofrades que el autor fue nombrado hermano honorífico.
El obispo Francisco Barbado Viejo denegó su solicitud cediendo la imagen para su procesión a la recién creada Hermandad Dominicana.
La aparición de la lluvia obligó a celebrar la eucaristía posterior en el interior del templo, si bien a su término la imagen pudo salir en procesión extraordinaria por las calles del barrio antiguo de la ciudad.
Este proyecto no se desarrolló sin embargo durante la Semana Santa de 2009.
[3] Los cofrades visten túnica, capa, capirote, cíngulo, zapatos, calcetines y guantes negros.
El capirote tiene bordado el anagrama de la Hermandad a la altura del pecho.