La actividad de culto fue ininterrumpida entre el siglo IX a. C. y el año 146 a. C. cuando el general romano Mumio saqueó Corinto durante la guerra contra la Liga aquea.
El yacimiento arqueológico es importante para el estudio de los orígenes del templo griego y los cultos rurales.
Algunos restos antiguos sobre una pequeña bahía en el extremo de la península fueron examinados ya en 1844 por el arqueólogo francés Philippe Le Bas.
La inscripción sobre un vaso votivo parece probar que este lugar estaba dedicado a Hera Limenia (limen, puerto).
Dunbabin supone que allí tenía su sede un antiguo oráculo de Hera, ya mencionado por Estrabón.