Es un sangrado que puede aparecer por los genitales externos o bien, más peligrosamente, una hemorragia intraabdominal.
Este hecho, puede generar confusión a la mujer puesto que en ocasiones, puede interpretarlo como si fuese una regla muy escasa.
Se considera un evento fisiológico y que no pone en riesgo la evolución de la gestación.
El sangrado de origen fetal es muy raro que, aunque no suele ser abundante, puede ser importante para el recién nacido.
[4] Las causas principales de hemorragia puerperal son la atonía uterina, traumatismo físico, placenta retenida y coagulopatías:[4]