Hélio Gracie

Un año después, Hélio pisó el ring de vale todo por primera vez ante el boxeador Antonio Portugal, al que derrotó por llave de brazo en pocos segundos, iniciando así su carrera.

La revancha se llevaría a cabo en Sao Paulo, en el estadio Ibirapuera, y recibió mucho más seguimiento por la prensa.

[2]​ En ella, el japonés lanzó a Gracie varias veces, pero el tatatmi era demasiado blando y sus proyecciones no lograban noquear a Hélio, quien realizaba constantemente ukemiwaza para evitar ser dañado.

Media hora más tarde, un cansado Kato seguiría intentando incapacitar a Gracie, derribándole con un osoto gari y procediendo a intentar estrangularle con una juji-jime; ambos cayeron del ring y tuvieron que ser reposicionados dentro.

Masahiko intervino para detener la contienda, y la victoria le fue otorgada a Hélio.

[6]​ Llegando al estadio, Kimura fue recibido con una lluvia de huevos crudos por parte de los brasileños y una nueva burla con un ataúd, pero el japonés no se dejó amedrentar y dio comienzo al combate.

Kimura, por su parte, le proyectó espectacularmente con o uchi gari, harai goshi, uchi mata y ippon seoi nage, pero al igual que con la lucha contra Kato, la lona era demasiado blanda y de nuevo Hélio fue capaz de evitar ser noqueado, por los lanzamientos.

Hélio pareció incapaz de respirar, pero aguantó por varios minutos, hasta que intentó deshacer la estrangulación con un brazo.

Contrariamente a la creencia popular, Kimura nunca afirmó que si Hélio durase más de tres minutos con él debería ser considerado el ganador de la lucha, una frase que probablemente le fue atribuida por la prensa brasileña, pero sí afirmó en su autobiografía que admiró la voluntad y el coraje de Hélio.

Hélio Gracie, 1932.
Hélio Gracie, 1952.
Fotografía de la lucha entre Kimura y Gracie.