[3] Helena era la hermana mayor del futuro gran príncipe Basilio III de Moscú.
[5] Cuando Helena tenía ocho años, Jan Zabrzeziński e Iván Yuryevich Patrikeyev examinaron un matrimonio entre ella y uno de los hijos del rey polaco Casimiro IV Jagellón.
[6] Por esta época, Polonia buscaba aliados para la guerra polaco-otomana (1484-1504), la cual estalló después de que los otomanos capturaran Kiliya y Bilhorod-Dnistrovsky, dos puertos importantes en el Mar Negro.
El emperador propuso que Helena y su hermana menor, Teodosia, se casaran con algún miembro de la Casa de Habsburgo, pero Iván III se negó y a cambio sugirió al hijo viudo del emperador, Maximiliano.
[8] No obstante, una alianza entre Federico III y Moscú sin un contrato matrimonial se llevó a cabo en agosto de 1490.
En enero de 1495, Helena, acompañada por ochenta nobles y sirvientes, partió desde Moscú hacia Vilna.
La ceremonia fue oficiada por Wojciech Tabor, obispo de Vilna, y por Foma, un sacerdote ortodoxo que había acompañado a Helena desde Moscú.
[16] Helena quiso evitar un conflicto con el clero y la nobleza, que eran católicos, pero debía obedecer a su padre.
Helena se negó, pero Iván III utilizó esto como un casus belli para reanudar la guerra con Lituania en mayo de 1500.
[17] En ese momento, Polonia, aliado de Lituania, estaba librando la guerra polaco–otomana (1484-1504) y no podría ofrecer su apoyo.
La nobleza polaca no quería a una reina ortodoxa y le presionó para convertirse al catolicismo.
[24] A pesar de sus esfuerzos, ella no lo hizo y el matrimonio permaneció unido.
[3] Oficialmente era "la esposa del gran duque de Lituania" pero ella se refería a sí misma como reina.
La tensión entre Lituania y Moscú menoscabó ya que el nuevo gran príncipe quiso consolidar su poder sin empezar otra guerra.
En Lida, Alejandro escribió su último testamento pidiéndole a Segismundo que cuidara de Helena.
Segismundo y sus consejeros temían que Helena pudiera proporcionarle información valiosa a Basilio III.
Además, ella llevaba un estilo de vida simple y había acumulado riquezas considerables.
Además, no deseaba que Helena pudiese transferirle sus tierras en Lituania a un príncipe ruso.
Le dejó sus posesiones– catorce cajas grandes llenas de oro, plata y joyas– a un monasterio franciscano en Vilna.
En 1513, Helena logró escapar y llegó a Braslaw, pero murió allí repentinamente el 20 de enero.
[5] Los historiadores proponen la teoría de que Helena fue asesinada por Radziwiłł para robarle las cajas, pero esto no puede ser probado.
Basilio III le reclamó a Segismundo las posesiones de su hermana e investigó su muerte.