Sus ataques contra una sociedad cada vez más autoritaria y militarista le llevaron al exilio en 1933.
Tras la muerte de su padre, su madre se mudó con su familia a Múnich, donde Heinrich comenzó su carrera como freier Schrifsteller (escritor libre).
Su ensayo sobre Zola y la novela Der Untertan (El súbdito) le ganaron mucho respeto durante la República de Weimar, ya que satirizaba la sociedad alemana y explicaba cómo su sistema político la había llevado a la Primera Guerra Mundial.
Finalmente su libro Professor Unrat fue con éxito llevado al cine con el nombre de Der blaue Engel (El ángel azul).
Los nazis lo declararon persona non grata y consiguió escapar a Marsella en la Francia de Vichy.