Harry Soria Lamán

Harry Sun Soria Lamán (Guayaquil, siglo XX) es un arquitecto, urbanista y expolítico ecuatoriano.[1]​ En dicha capacidad le tocó reemplazar a la alcaldesa Elsa Bucaram tras su intempestiva renuncia en mayo de 1991.[2]​ En aquella época se destinaba el 75% del total del presupuesto municipal pagar sueldos y salarios, pero se denunciaba, por ejemplo, que para un solo guardián de parque habían 37 inspectores para cerciorarse que cumpla su trabajo en el horario establecido.En Aseo de Calles se reportaba que trabajaban 1200 mujeres en dichas labores, si bien su presencia en las calles, que iban acumulando montículos de basura y se convertían en focos infecciosos, no era notada.Así mismo se reconocían cargos hereditarios en base a contratos colectivos, algo supuestamente sui generis en el mundo en aquel entonces.[2]​ Según denunció en aquel entonces el ministro de Gobierno César Verduga, entre las nóminas constaban personas fallecidas y gente que no vivía en el país.La medida le granjeó el apodo de "Harry El Sucio", si bien precisó que debía mejor ser apodado "Harry El Exterminador" porque, afirmaba Soria, iba a “exterminar las ratas y cucarachas del Municipio”.[2]​ El despliegue no se hizo sin antes amenazar con intervenir la administración municipal guayaquileña, idea que supuestamente “repugnaba” al gobierno quiteño.