[4] Fue contratado por Thomas Alva Edison para que le ayudara a desarrollar la silla eléctrica, tras haber escrito para el New York Post un editorial en el que describía cómo un hombre joven murió después de tocar accidentalmente un cable telegráfico que usaba corriente alterna.La participación en estos eventos es controvertida, ya que trabajaba en paralelo con Edison (algunos documentos muestran el propósito de perjudicar a sus competidores).Edison permitió a Brown usar su laboratorio de West Orange, Nueva Jersey, para probar sus afirmaciones contra la corriente alterna.Un dentista de Buffalo llamado Alfred P. Southwick había estado desarrollando un método que utilizaba un asiento similar a un sillón dental, dando origen al dispositivo de ejecución denominado silla eléctrica.[7] La ley no especificaba los medios o el tipo de corriente que se debía usar, por lo que se le encomendó a la Sociedad Medicolegal de Nueva York (una sociedad informal compuesta por médicos y abogados), la tarea de trabajar en los detalles.Usó corriente alterna para todas sus pruebas en animales más grandes que un ser humano, incluyendo 4 terneros y un caballo cojo, todos muertos con 750 voltios de corriente alterna.Ni Edison, ni Westinghouse, ni el principal rival de la corriente alterna de Westinghouse, la Thomson-Houston Electric Company, querían que sus equipos fueran utilizados en las ejecuciones reales de presos, pero Brown (en connivencia con Edison Electric y Thomson-Houston) adquirió subrepticiamente tres generadores Westinghouse de corriente alterna para alimentar la primera silla eléctrica.
Harold Brown, en diciembre de 1888, demostró el potencial mortífero de la corriente alterna en el laboratorio de West Orange de Thomas Edison (como se muestra en la revista
Scientific American
)