Hacienda de San Mateo de la Zarca

[2]​ Por otro lado, la palabra “zarca” proviene del árabe y significa “mujer de ojos claros".

En este caso se identifica el lugar porque tiene un manantial con agua turbia de alto contenido mineral.

No fue hasta 1707 en que Juan Andrés de Alday comenzó a poblarlas nuevamente introduciendo gente armada.

Los Alday vendieron la Zarca, en 1716, a otro vasco llamado Juan de Veitia.

Estas composiciones con la Corona española dieron a las haciendas el dominio legal de las tierras baldías, llamadas también realengos, que no estaban consideradas en las mercedes originales, con lo que su superficie y forma quedaron conformadas definitivamente.

Fue en esos años en que Veytia traspasó la Zarca a Juan José de Juangorena Miguelena y Ugarte, quien era su propietario en 1776.

Esta situación permitió que Veyán se convirtiera en uno de los más grandes y adinerados terratenientes al adquirir las haciendas de San Lorenzo del Casco, San Juan Bautista de Cerro Gordo y Antonio del Paso del Pinole.

Durante el orozquismo, el cabecilla José de Jesús Campos incendió la casa grande de la Zarca y muchas otras haciendas para evitar que sus dueños financiaran al gobierno.

Así la hacienda de la zarca fue dividida en pequeñas propiedades y ejidos, como se encuentra hasta la fecha.

La construcción de ciudades, conventos y centros mineros creó una vía de mayor seguridad frente a la amenaza chichimeca para conectar las vastas tierras del norte con el centro del virreinato.