Hacia el reino de los Sciris

[4]​ Georgette Vallejo, la viuda del escritor, conservó en su poder los originales de la obra.

Finalmente, la revista limeña Nuestro Tiempo la publicó en tres entregas, en números correspondientes a enero, marzo y mayo de 1944.

Novelas y cuentos completos (Lima, 1967, Francisco Moncloa Editores), edición que fue supervisada por Georgette Vallejo.

Runku Caska, preocupado por el vaticinio del adivino Ticu, visita al Inca y le dice que la ira de los dioses se debía a que había abandonado las guerras de conquista.

El Villac Umo o Sumo Sacerdote lo considera un claro aviso de desgracia.

Entonces el Inca Túpac Yupanqui se yergue y promete aplacar la cólera divina reanudando las conquistas imperiales.

[5]​ En efecto, se denota claramente un despliegue de narrativa al estilo modernista.

[7]​ El autor se inspira en documentos históricos tanto antiguos como modernos sobre la historia y la vida de los incas.

Aunque la intención del escritor no se reduce en lo simplemente folklórico, ni menos pretende hacer una novela con estricta fidelidad histórica y ambiental, sino que, al igual que otros escritos suyos de fines de los años 1920 y comienzos de los años 1930, esta obra contiene fundamentalmente un mensaje político-social.