Comentarios reales de los incas

Trata sobre la historia, las costumbres y las tradiciones del Antiguo Perú, aunque centrándose en el periodo inca.En el campo historiográfico tuvo mucha influencia entre los historiadores peruanos y americanos, hasta mediados del siglo XIX, cuando se empezó a cuestionar su valor histórico.Residente en España desde 1560, Garcilaso empezó en 1586 a compilar documentos, crónicas e informaciones orales sobre el Perú.Desde allí le enviaban noticias su tío Francisco Huallpa y el caballero Garcí Sánchez de Figueroa.La primera parte vio la luz pública en Lisboa, en 1609, en una magnífica edición realizada por Pedro Crasbeeck y dedicada a la princesa Catalina de Portugal.Señala que el clima variado del Perú no solo está condicionado por su cercanía a la línea ecuatorial, sino por sus altitudes con respecto al mar.Le sucedió su hijo Lloque Yupanqui, el tercer inca, cuyo nombre significa zurdo destacado.El autor deja por un momento de lado los relatos bélicos y pasa a exponer sobre las ciencias que los Incas desarrollaron.Finaliza el autor este libro dando cuenta de los pocos instrumentos que los indios tuvieron para realizar oficios como la metalurgia y la platería, pese a lo cual destacaron en tales artes.Conocido este suceso por los demás pueblos collas, muchos se redujeron voluntariamente, como las tres provincias de Cauquicura, Mallama y Huarina (al S.E.No solo en el Cuzco, sino en las distintas provincias del Imperio existían estas casas de escogidas; el autor desmiente que estas vírgenes eran entregadas por mujeres a los curacas y los capitanes, ya que estaban dedicadas exclusivamente al Sol y al Inca.El Inca se hallaba enfrascado en estas campañas, cuando debió afrontar los problemas causados por su hijo mayor, designado para sucederle, quien era díscolo y de mal carácter.Yahuar Huaca al oír tal relato se enfureció y no quiso creerle tomando todo como inventos disparatados.Luego retornó al Cuzco y se entrevistó con su padre Yahuar Huaca, a quien desposeyó del imperio.Acabada la visita del Collasuyu, el Inca pasó al Antisuyu, poblada por gentes más rústicas.Mientras tanto, el jefe chanca Hancohuallu, no queriendo estar bajo la sujeción de los incas, decidió partir con su gente hacia la selva.Luego el autor se ocupa de las conquistas, leyes y gobierno del Inca Pachacútec, noveno Rey.Este mismo general anexó también Tarma y Pumpu (Bombón), hasta llegar a la provincia de Chucurpu, en los Antis (colindante con la selva amazónica).Luego el autor pasa a describir la fiesta principal de los incas, la rendida en homenaje al Sol o Inti Raymi, y cómo se preparaban para ella.Este Inca es incluido exclusivamente por Garcilaso en la lista real incaica, pues otros cronistas no lo mencionan.Partió a conquistar el país de Musu (o Moxos), cruzando la provincia de los Chunchos y adentrándose más en la selva amazónica; sobre esta expedición orlada por los incas con proezas fantásticas, quedaban algunos rastros que los españoles comprobaron cuando hicieron entradas en dicha provincia.Dejó como sucesor a su hijo Túpac Inca Yupanqui, que tuvo en la coya Chimpu Ocllo.Luego se relata la conquista de los primeros pueblos chachapoyas, llamados también chachas, quienes trabaron brava resistencia en Cúntur Marca y Cassamarquilla.Ante tan desoladora visión, Huayna Cápac retrocedió, pues consideró que aquellos salvajes no merecían tenerlo por señor.Hubo una serie de encuentros, hasta que la batalla definitiva se dio cerca del Cuzco, en Quepaypampa, donde los atahualpistas triunfaron, merced a su mayor número y experiencia militar.Esta obra se convirtió desde un inicio en lo que hoy llamaríamos un best seller, el primero de un autor nacido en tierra peruana.Fue traducido a varios idiomas occidentales: francés, inglés, alemán italiano, holandés, etc. e incluso existe una edición en latín.Son evidentes las huellas dejadas por la lectura de los Comentarios Reales en muchos destacados literatos y escritores, ya desde el siglo XVII.El relato del náufrago español Pedro Serrano (Libro I, capítulo 8 de la primera parte), es muy probable que inspirara a Daniel Defoe para escribir su Robinson Crusoe.Esta posición, que se opone a los extremismos hispanistas e indigenistas, ha sido asumida por muchos estudiosos peruanos.