La obra se encuentra sobre un bello pedestal con bustos tallados en bajo relieve de unos faunos y la firma del autor.
Terminada la escultura en 1533 se formó una génesis compleja y problemática.
El Hércules y Caco se considera como un ejemplo típico de los intentos de superar o al menos igualarse Baccio con Miguel Ángel.
Lo esculpió con el objetivo de estar situado en la piazza della Signoria junto a la escultura del David, pero la obra estaba impregnada de gigantismo, con una masa muscular pesada y los resultados en la expresión y movimiento eran un tanto torpes y los rostros teatrales.
Es la época del manierismo, que quizá Baccio sentía aplastada su sensibilidad por los modelos tan grandes, dejando a un lado los tipos de trabajos, tal vez, más afín a él, como el relieve del cual dio una gran prueba en Santa Maria del Fiore.