Aunque se conocen otros miembros fósiles, es el único superviviente del género Gymnogyps.
El plumaje es negro con manchas blancas en la parte inferior de las alas, la cabeza es calva en gran parte, con el color de la piel que van desde gris en las aves jóvenes a naranja y amarillo brillante en adultos reproductores.
Estas aves sobrevivientes fueron criadas en el San Diego Zoo Safari Park y el zoológico de Los Ángeles.
[cita requerida] El cóndor de California fue descrito en 1797 como Vultur californianus por el naturalista inglés George Shaw.
Fue clasificado originalmente en el mismo género con el cóndor andino (V. gryphus), pero debido a que este tiene marcas ligeramente diferentes, las alas son levemente largas y la tendencia a matar pequeños animales para comer, ha sido colocado en su propio género monotípico.
[8] El nombre genérico Gymnogyps se deriva del griego gymnos / γυμνος "desnudo" o "vacío" y gyps / γυψ "buitre",[9] mientras que el nombre específico californianus se debe a su ubicación en California.
En ambiente natural uno de los aspectos menos conocidos del cóndor es el referido a su reproducción.
Los cóndores son básicamente monógamos, es decir que escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida.
La eclosión ocurre 2.5 días después de que el huevo empieza a picar.
Los jóvenes comienzan a practicar el vuelo corto, de unos cuantos metros, entre los 5 y los 6 meses.
Algunos juveniles dejan el nido en septiembre u octubre, pero siguen siendo alimentados por los padres hasta la siguiente primavera.
Presentan dos fases de emplume, la primera inicia con el verano del año en que nacieron y continúa hasta los 3 años.
Después de los 4 años el anillo del cuello ya no se distingue y comienza a ser prominente una barra blanca en la cara.
Para anidar escogen generalmente cuevas en grandes paredes rocosas verticales, protegidas del viento y la intemperie.
En 2009 el segundo polluelo nace en El parque nacional San Pedro Mártir, el cual es nombrado "Inyaa" ("Sol"en la lengua local KIliwa) por ecologistas bajacalifornianos.
El envenenamiento por la dieta es otra amenaza que se ha detectado al analizar el consumo de mamíferos marinos muertos en las costas.