Guty Cárdenas

En esa escuela, conoció a Chalín Cámara, con quien formaría un dueto que llevó al acetato muchos de sus temas.

Sin embargo, él ya se había percatado de que su verdadera pasión era la música.

[2]​ Cuando terminó sus estudios, se dedicó plenamente a la composición y al canto.

En 1927, conoció en la ciudad de Mérida al compositor Ignacio Fernández Esperón, apodado artísticamente Tata Nacho, al pintor Ernesto García Cabral y a otros personajes que albergó en la casa que su abuela materna le había confiado y que aún se conserva en el barrio de Santa Lucía, en la confluencia de las calles 55 y 64.

Regresó a la capital mexicana ese mismo año, invitado por quien sería su promotor, Ignacio Fernández Esperón.

Realizó presentaciones como solista y firmó contrato con la disquera mexicana Huici, la cual se transformaría más tarde en Discos Peerless.

La disquera Columbia Records dio gran difusión a este tema tanto en América Latina como en España.

[cita requerida] Entre sus canciones más conocidas, se encuentran: Todas estas canciones, que son representativas de la trova yucateca clásica, han sido interpretadas con gran éxito no solo por él mismo, sino por otros muchos trovadores, que las siguen cantando en la actualidad.

[8]​ Dicha partitura fue, al parecer, realizada por Vicente Uvalle Castillo en 1933, un año después del deceso de Guty Cárdenas, y la canción se estrenó el día martes, 13 de abril del 2010, cuando la interpretaron a dúo los trovadores yucatecos Laura Moguel y Felipe García en el Teatro Olimpo de Mérida, Yucatán.

Se han musicalizado dos obras: Una paloma (Felipe García) y El día que me ames (Zarco Gómez).

La interpretó Zarco Gómez, acompañado en la guitarra por el autor de la música, Felipe García.