Abakuá
Sikán muere en vano, el secreto se apaga cada vez más; este consistía en una voz, UYO UYO ANFONO, voz sagrada producida por un pez descubierto por ella al regresar del río, el pez era la reencarnación del viejo rey llamado Obón Tanzé, Rey de Efigueremo quien en el mismo instante era la reencarnación de Abasí, DIOS SUPREMO.Los antecedentes del Abakuá o Ñañiguismo se hallan en las sociedades secretas que existieron en la región nigeriana de Calabar, y su organización y contenido tiene como base una leyenda africana que narra la historia de la violación de un secreto por una mujer: la princesa Sikán encuentra al pez sagrado Tanze y reproduce su bramido en el tambor sagrado Ekué.[1] El Ñañiguismo no puede desvincularse de las creencias africanas acerca de la influencia que ejercen los antepasados (espíritus), por lo que en todas sus ceremonias religiosas se les convoca para garantizar el desarrollo del acto ritual, según rigurosas normas litúrgicas.La iniciación de entrada en la sociedad abakuá se confiere a hombres que hayan demostrado su habilidad en el okuto mágico.De hecho, un requisito para ser admitido es realizar un okuto bajo observación del futuro padrino abakuá.