Günther Anders

El editor le aconsejó que firmara, aparte de con su nombre, también como "otro" y así lo hizo, pues eso significa "Anders", en alemán.

De familia judía polaca, Günther Stern fue soldado en la Primera Guerra Mundial a los 16 años, se había doctorado en filosofía con Husserl después de haber tenido profesores tan insignes como Heidegger o Cassirer.

Essai sur la non-identification (1935-1936), así como obras de género literario, entre las que destacan Learsi (Israel) (1933), La marcha del hambre (premio a la novela corta de la emigración, 1935) y Las catacumbas molusias (1930-1932?

), una novela en la que aventuraba la descripción de un país imaginario sometido a un Estado totalitario.

Y Günther Anders estudia sin pausa cómo la técnica va ganando cada vez más poder (violencia) sobre el ser humano.

Y el mundo del "socialismo real" ante el temor de quedarse en definitivo atraso tecnológico - y además por su idolatría por la técnica- entregó también su alma al diablo del Estado atómico.

Veinte años de labor no solo teórica sino acompañando esa teoría con la acción pacífica.

Le tocó en suerte al burgomaestre de esa ciudad, un demócrata cristiano, Walter Wallmann, precisamente enemigo a muerte de las ideas del filósofo, entregarle ese premio.