Pasó sus primeros años en Ludwigshafen que describe como una ciudad vacía de espíritu y que con su gran Fábrica de Anilina del Baden simboliza el capitalismo y sus habitantes, el proletariado moderno.
Pero pronto parte a la universidad de Würzburgo, probablemente para seguir con algún amorío.
En 1908, se doctoró bajo la dirección de Oswald Külpe con una tesis titulada Disquisiciones críticas sobre Rickert y la teoría del conocimiento moderno.
Así traba contactos amistosos con Bertolt Brecht, Kurt Weill y Theodor W. Adorno, entre otros.
De 1936 a 1938 vive Bloch en Praga, donde es colaborador del hebdomadario Die Weltbühne.
En 1948 le ofrecen la cátedra de filosofía en Leipzig; al año se muda a aquella ciudad.
Este “excedente” halla su expresión en las utopías sociales, económicas y religiosas, en el arte gráfico, en la música.
Como marxista, Bloch ve en el socialismo y el comunismo los instrumentos para trasladar este “excedente" a los hechos.