Guillermo III de los Países Bajos

Sofía era una mujer liberal e intelectual, que odiaba la rigidez y le desagradaban los militares.

Guillermo era un hombre sencillo, conservador, había sido educado en el ejército y le gustaba la vida militar.

Otra causa de tensiones en su matrimonio era su carácter caprichoso: podía enfadarse hasta el límite con alguien un día, y mostrarse extremadamente educado al siguiente.

Guillermo II y su nuera Sofía consideraban que esos cambios eran necesarios para salvar la monarquía a largo plazo.

En varias ocasiones reiteradas el rey Guillermo III sopesó la posibilidad de abdicar cuando su hijo mayor cumpliera dieciocho años, lo que ocurrió en 1858, pero finalmente decidió continuar en el trono.

Cuando la jerarquía católica fue restaurada en los Países Bajos en 1853, Guillermo III aprovechó la oportunidad para disolver el gobierno del primer ministro Thorbecke.

En 1879 el rey Guillermo decidió volver a casarse con la princesa Emma de Waldeck-Pyrmont, un pequeño principado alemán.

La reina Emma tuvo una influencia relevante sobre la caprichosa personalidad de Guillermo y el matrimonio fue especialmente feliz.

Retrato de Guillermo III.