Su hermano Bernardo llegó a ser gobernador de Mallorca.
A esta iniciativa se unieron el infante Pedro de Portugal y el conde de Rosellón Nuño Sánchez, que habían establecido un contrato parecido con el rey anterior pero no lo llegaron a hacer efectivo.
Ambas islas se reparten posteriormente entre los tres señores (Guillermo de Montgrí, Pedro de Portugal y Nuño Sánchez) divididas en cuatro partes denominadas cuartones, según las tropas aportadas a la batalla.
También se repartieron las ganancias producidas por las salinas de Ibiza.
Las salinas fueron administradas por la Universidad de Ibiza desde su creación hasta los Decretos de Nueva Planta, que pasaron a pertenecer a la monarquía.