Regresó a París, donde completó los famosos "Caballos de Marly" (Chevaux de Marly) encargados por su padre en 1739 para Marly, cuando el más viejo de los Coustou estaba ya demasiado debilitado para sacar adelante el encargo.
[1] Fue aceptado en la Académie royale de peinture et de sculpture (1742) y desarrolló una brillante carrera oficial, trabajando influenciado por distintos estilos desde el Barroco tardío de sus morceau de réception, a Vulcano sentado (ver imagen) al sentimental Neoclasicismo temprano del Ganímedes, del que sus afinidades con el Antínoo de la antigua Roma fueron apuntadas por Michael Worley.
[2] Produjo retratos en busto así como sujetos religiosos y mitológicos.
Su comisión oficial más prominente y ambiciosa fue el Monumento al Delfín para la Catedral de Sens.
La complicada iconografía de su sobrecargado diseño fue dirigida por el artista y erudito Charles-Nicolas Cochin.