Guido Goldschmiedt

A lo largo de su carrera científica colaboró con Bunsen en Heidelberg y con Baeyer en Estrasburgo.

En esos años, otros importantes científicos como Hermann Emil Fischer o Franz S. Exner trabajaron también en el grupo de von Baeyer en Estrasburgo.

Tras su habilitación como profesor en 1875, Goldschmiedt fue enviado como observador oficial a la Exposición Universal de Filadelfia, celebrada en 1876.

En 1891, Goldschmiedt se trasladó a la Universidad de Praga, donde permaneció durante los siguientes veinte años.

Debido a esta circunstancia, la determinación estructural de la scutellarina le llevó varios años y, aunque su primera publicación sobre este tema fue en 1901, no fue hasta 1910 que pudo aislar muestras suficientes para poder abordar un estudio más concienzudo de la scutellarina.

En Praga, Goldschmiedt también se dedicó a investigar la glucuronolactona y la ratanhina, una sustancia presente en el árbol sucupira amarela (Ferreira spectabilis).

Goldschmiedt encontró este compuesto almacenado desde 1868, cuando un estudiante de doctorado lo había analizado de manera preliminar y, aunque la muestra era muy escasa, Goldschmiedt logró esclarecer que la sustancia era en realidad metiltirosina, una catecolamina.

Estructura de la papaverina